Gilgames subió a la montaña y hechó harina fina al suelo, diciendo:
"Oh, montaña, morada de los dioses,
envíame un sueño propicio."
Como la harina de los dioses de la India, nuestra harina de Salento
con la cual elaboramos nuestra pasta,
despierta sueños y mágicas sensaciones.
¡Vale la pena "probar" la experiencia!
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